Diana Romero : 2020-06-28

#DianaRomeroAnalista

La forma de trabajo, antes de la pandemia era un procedimiento común, que se regía de forma cronometrada desde la salida, de la casa a la oficina, ver el metro de la cdmx, era toda una odisea, seguido veíamos mujeres en el vago de mujeres tornarse un verdadero campo de batalla.

Antes de la pandemia históricamente teníamos la visión del trabajo como toda una travesía en cierta forma también veíamos el trabajo como esa parte de castigo a la que nos condenaron, las acciones de Adán y Eva, aquello de ganarnos el pan con el sudor de la frente y veíamos un proceso ajeno a la casa en muchos casos. El cansancio y tedio de una oficina o un aparador lo veíamos a veces como el proceso lento ganarnos el pan con esfuerzo. Y solo con esfuerzo se logran las cosas.

A veces recordábamos el proceso de los nazis el trabajo os hará libres. Como un proceso irónico sobre la libertad, donde claramente expresa la necesidad permanente de desarrollar más, porque mis necesidades se hicieron más grandes, así también mientras Marx dice a cada quien según irónico y a cada cual según sus habilidades, a pero no olvidemos que el proceso del trabajo nos ayudó en la evolución de mono a hombre como lo señala Engels; Quizá weber diría que es La adquisición del dinero es casi el valor supremo de la vida. Así casi en la mayoría llegamos a pensar, El enriquecimiento como señal de predestinación a la salvación eterna. En ocasiones el sentido de logro nos cegaba, Pero, así como en algún momento se dijo que el dinero no entiende de dioses. las enfermedades no entiende de dinero, a la mayor parte que el trabajo era un proceso de transformación, aquello en que podías refugiarte como una especie de adicción, tardamos en salir de la oficina y salíamos como si tuviéramos que abandonara nuestras cosas de forma casi dolorosa, tratábamos de no salir de ahí, y los trabajadores de mostradores y de otros servicios tenían la duda como enfrentar la situación también ese empresario capitalista que llevan dentro los hiso tratar de retrasar la pausa total, algunos otros aquellos que eran servicios de apoyo como consultorías externas se vieron afectadas a grande escala.

pero como dejaríamos el proceso económico, que se detuviera, y los sectores públicos debían poner por encima el tema de la salud a la economía, y nos vimos todos frágiles, ahí entro en l pausa el proceso de retomar la religión si nuevamente como aquello en lo que teníamos que refugiarnos para no sentirnos tan a la deriva, vimos que los milagros no eran siempre suficientes, pero si necesarios para no perder la calma ante el tema de la economía, mientras nos teníamos que estar encerrados, la reconfiguración de la oficina y las actividades, trabajar desde casa y trabajar en casa mezclar las actividades y hacer un proceso que en los pequeños llame huérfanos tecnológicos que empezamos a ver maslos efectos niños con hiperactividad baja tolerancia a la frustración y a la demora, los pequeños negocios teniendo que reajustarse las empresas que pasabas horas semanales en junta comprendieron que todo era más rápido en un email. y que aquello que considerábamos imprescindible como parte de la oficina, nos demostró que la eficiencia y eficacia eran no solo bajo un biométrico, y las horas en el tráfico. mientras que las familias tenían que aprender a reconfigurarse, así la religión cobro su importancia, aquello que no tenía casi cabida de pronto nos hiso pensar nuevamente en el milagro de la vida, de los peces y los panes, la economía que debía estar parada, seguir funcionando con las entregas por mensaje, los mensajeros cobraron importancia.

la comida seguía fluyendo, las tienditas pidiendo la oportunidad de funcionar se ls ingeniaron y vimos que les llego la inspiración divina. y se diseñaron mecanismos de protección con lo que tenas a la mano. con tal de seguir trabajando y no olvidemos la parábola de las bodas de canan, salió un alcohol adulterado que mato a varios, la cerveza se escaseo y de pronto los camiones empezaron a fluir. y vimos nuevamente el milagro había dinero suficiente para comprar varios six, al precio que aquellos mercaderes determinaban.

hoy nos dicen que esto no ha cambiado, los niveles de contagio no han disminuido, y nos encomendamos a nuestra fe para poder salir de casa sanos, y salvos nos aferramos ante la necesidad de certeza, y hemos visto como aumentan los anuncios por internet de servicios de apoyo emocional y espiritual, de los apoyos psicológicos y educativos y una que otra especializada en cuestiones mágicas o religiosas, y al final de cuentas que todos necesitamos en que creer, pero en ocasiones factores personales y emocionales nos llevan a ser extremistas, porque somos que buscamos siempre pertenecer a algo, así que en este momento en que nos agrupamos en tribus digitales, los empleadores deberán reconquistarnos cuando ya probamos los laceres de no tener que estar una hora en promedio en el tráfico, tener que lidiar con cientos de personas en complejos de edificios. o en un cubículo diminuto, como le harán esas empresas, que nos mostraron que la productividad no está basada en un biométrico, probamos la experiencia de ver el verdadero liderazgo que supo adaptarse y llevar consigo a un equipo en la nueva dinámica, de implementar nuevas estrategias, de incorporación a la era digital, a reducir tiempos y formas burocráticas.

#DianaRomeroAnalista

regresaremos un poco más críticos, teniendo que seguir las nuevas normas de etiqueta de cubrebocas, careta y gel desinfectante, de satirizar los espacios, y volver al tráfico, ahora debemos y tenemos un poco más la necesidad creciente de líderes y no solo jefes, de esquemas de trabajo basados en inteligencia emocional, habilidades y conocimientos capacidad de adaptación y poder desarrollar nuevas estrategias e implementación e nuevas funciones. o de pronto volveremos a caer en ese esquema de donde solo había un proceso de crear un segmento de empleados y no de miembros de un equipo.